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Un sueño por cumplir

Los hombres, a veces, son dueños de sus destinos: la culpa, querido Bruto, no está en nuestra estrella, sino en nosotros mismos, si nos resignamos a la inferioridad… Julio César, I, II

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18 feb 2011

     Durante la última reunión celebrada por Al-Indimay, una asociación que trabaja para mejorar la convivencia de la comunidad magrebí en la sociedad de acogida, quedó patente entre los integrantes de la misma, la conmoción por la noticia del caso de un altercado entre dos grupos de menores en el Parque de San Martín.

     Ya que se espera por nuestra parte una aclaración queremos comunicar que  desde nuestra asociación rechazamos todo tipo de violencia, aunque consideremos, por otro lado, que este hecho se trata de un caso aislado.
16 feb 2011
11 feb 2011

El cerco se estrecha sobre los atacantes del grupo de chavales que fue agredido el pasado sábado en la pista de skate de San Martín, en Vitoria. Fuentes municipales sostienen la posibilidad de que se practiquen detenciones en los próximos días relacionadas con este suceso que ha causado una honda preocupación en un barrio que sus residentes condideran “muy tranquilo”. Al parecer, las policías venían investigando los movimientos de algunos de los supuestos participantes en la pelea desde hace meses, con la sospecha de que en realidad formaban parte de una banda juvenil
El brutal ataque sufrido por unos menores en el 'skate park' de San Martín, desvelado ayer por EL CORREO, ha activado todas las alarmas municipales. El alcalde, Patxi Lazcoz, convocó ayer con urgencia una cumbre con los máximos responsables locales de la Ertzaintza y de la Policía Local tras la paliza propinada por un grupo de «treinta a cuarenta jóvenes magrebíes» a cinco chavales -ayer otro agredido presentó denuncia- que se encontraban en esa zona de ocio del barrio vitoriano. Uno de ellos quedó inconsciente a causa de los golpes recibidos, otro necesitó de varios puntos de sutura en la cara y el resto sufrió contusiones, hematomas y hasta alguna fractura.
Aparte de la conmoción en el entorno de los jóvenes agredidos, el episodio, ocurrido hacia las nueve de la noche del pasado sábado, ha dejado al descubierto una inquietante realidad antes inédita en la capital alavesa: la posible existencia de bandas violentas. El responsable municipal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully, mostró ayer a este periódico su «enorme preocupación» ante lo sucedido. «Si bien no existía constancia de este tipo de grupos y este acto vergonzoso significa su germen, trabajaremos con todos los recursos que hagan falta para erradicarlos», prometió el edil socialista.

Sospechas

De momento, en la tarde de ayer, Lazcoz solicitó información y soluciones a los responsables policiales de la capital alavesa. Durante las próximas semanas, aseguraron mandos de la Policía municipal, la Unidad Operativa de Seguridad (UOS), agentes de barrio y patrulleros intensificarán su presencia «en puntos susceptibles donde puedan repetirse agresiones» como la del sábado. Estos son parques públicos, colegios, jardines, zonas de juegos y 'skate parks' como los de San Martín o Zabalgana.
Pese a las dudas municipales, fuentes policiales y judiciales consultadas por este periódico sí admiten de forma abierta que «desde hace tiempo se sospecha e investiga a cuadrillas potencialmente violentas». Hasta el pasado fin de semana, sus 'fechorías' se habían limitado a pequeños hurtos, pero el brutal ataque en San Martín ha descolocado a las fuerzas de seguridad.
«Sí hay constancia de la existencia de un pequeño grupo, formado en su mayoría por jóvenes de origen latino, pero nos ha sorprendido la aparición de estos jóvenes magrebíes», reconocen de modo abierto. A pesar de ello, disponen ya de una lista de posibles sospechosos.
Hay otro detalle. El primer aviso sobre el incidente que recibieron los patrulleros, tanto de la Policía Local como de la Ertzaintza, alertó de una pelea entre «jóvenes magrebíes y sudamericanos». Esa información podría haber llevado a equívocos, como una posible quedada entre dos bandos rivales para saldar cuentas. Los padres de los agredidos, uno de ellos de ascendencia americana, niegan tajantemente este extremo. «Nuestros hijos nada tienen que ver con ese mundo. Su único 'pecado' fue estar en el sitio equivocado», recalcan con firmeza.
«Hacer justicia»
Un testigo habla de que los agresores -que al llegar a San Martin se cubrieron los rostros con capuchas, pañuelos y buffs- partieron de la Coronación. En su ataque se valieron de botellas, llaves inglesas, bates de beísbol, palos y hasta un cenicero para golpear a los chavales.
¿Y qué opina la comunidad musulmana del incidente? Desde la asociación Al Indimay (que significa 'La integración') reprobaron la agresión. «Lo primero, nuestra solidaridad con las víctimas. Condenamos enérgicamente ese ataque y estamos muy tristes por lo ocurrido», señalaron desde el colectivo, muy respetado en los foros sociales del País Vasco. «Este hecho, además, daña la imagen de nuestra comunidad. Solo pedimos que detengan a los culpables y se haga justicia».

DAVID GONZÁLEZ | VITORIA elcorreodigital (09/01/2011)

7 feb 2011
José Aguilar | Actualizado 07.02.2011 - 01:00 (diario de sevilla)

LA crisis le sienta fatal a la inmigración. No sólo objetivamente (hay menos trabajo y menos posibilidades de integrarse). También por la vía subjetiva: los nacionales toman a los inmigrantes como chivo expiatorio ante sus propias precariedades y estrecheces. La xenofobia siempre anda al acecho, pero aprieta sobre todo en los sectores populares más afectados por la crisis.

La sociedad española va sorteando razonablemente bien las tentaciones xenófobas que muchos pronosticaban en los últimos años, conforme el panorama económico y laboral ha ido tomando tintes cada vez más sombríos. Los tópicos que nutren el racismo y la xenofobia no parecen haber prendido entre nosotros con la intensidad de otros países europeos, y los brotes violentos surgidos son, por fortuna, anecdóticos. Quizás la memoria emigratoria de varias generaciones de españoles se transmite, de abuelos a nietos, a los que ahora son receptores de inmigrantes y han de aprender a convivir con ellos.

Lo digo por dos noticias publicadas en las últimas semanas. Una, los resultados de dos estudios realizados por instituciones sanitarias de Madrid y Navarra que concluyen que las personas inmigrantes utilizan menos los servicios de salud que las autóctonas. Esto choca con prejuicios muy extendidos entre la población. Incluso extendido entre el personal sanitario, que probablemente tiende a atribuir a las dificultades de comunicación del paciente inmigrante una sobrecarga de trabajo para él, interpretándolo como si los usuarios inmigrantes fueran mucho más numerosos de lo que realmente son. Es una impresión falsa: lo real es que los españoles acuden más que los extranjeros, porcentualmente hablando.

La otra noticia se refiere la macroencuesta sobre inmigración en ocho países y que en España ha coordinado la Fundación BBVA: seis de cada diez entrevistados creen que los inmigrantes no les quitan el trabajo, lo cual abona la idea de que una mayoría de españoles son conscientes de que el colectivo que viene de fuera atiende generalmente los trabajos que ya no hacen los de dentro, por su penosidad, esfuerzo o escasa remuneración. Incluso la percepción del fenómeno migratorio como un problema en sí mismo ha disminuido (pasó del 58% en el año 2009 al 53% en 2010 la parte de españoles que la tenían).

No es eso lo que a menudo se escucha en la calle. Pero, como en tantas otras cuestiones, el que más chilla no es necesariamente el que más apoyos de sus conciudadanos suscita. Nos fijamos en las adhesiones espontáneas que suelen despertar los que despotrican de los inmigrantes en la barra del bar, el mercadillo o el ambulatorio, no en los que callan aunque oigan barbaridades. Callan, pero opinan en las encuestas y ayudan a destruir los tópicos.